Dos amigos se encuentran en un bar. Uno de ellos
está tomando un café, por lo que el otro se sorprende conociendo la
mutua afición a la bebida.
-Pero, ¿qué te ocurre Pepe?
-No, nada, que he dejado de beber.
-¿Pero cómo has sido capaz...?
-¿Te acuerdas que te dije que por Semana Santa iba a venir mi
suegra a casa a pasar unos días? Pues, oye, ¿te quieres creer que
cuando fui a abrirle la puerta vi a dos en lugar de una?